Por el 2017 cuando conocí a quien más adelante se convertiría en mi esposa, Mujer que en su Rol de Emprendedora al conocer a lo que me dedico me pide que le ayude con un tema no menor relacionado con importaciones.
Yo en mi lugar de hombre cazador pensé… me interesa cómo mujer pero no quiero ser su Abogado y mezclar las cosas.
Me pareció inteligente, profesional y atractivo referenciarla con algún colega para que pudiese resolver su necesidad sin tener que convertirme en el Brunch, el café con postre & la cena de la mujer que pretendía.
Desde allí, contrario a lo esperado, su experiencia con el asesor recomendado, se convierte en una lista innumerable de problemas y asuntos sin resolver, con muy mala experiencia empezando por los altos costos, muy mal servicio, pérdida de tiempo, quedando sin aseguramiento y en riesgo legal inminente.
Así que, esta iniciativa empieza aquí, en donde observas a una Mujer Emprendedora que te deja sin aliento, inmersa en el ruido ensordecedor de la incertidumbre. Las llamas extendiéndose rápidamente, amenazando con arrasar todo a su paso.
Yo, con el interés intacto, acudo a mis principios, me pongo el traje de bombero, casco en mano, y no permito que las llamas terminen con la casa de al lado, ni con el patrimonio de aquella Mujer Empresaria que además hoy es mi esposa.
Con esta gran oportunidad tomo la decisión de independizarme para trabajar de cerca con esos empresarios que he podido acompañar como director jurídico también en empresas reconocidas entendiendo su momento, sus negocios y necesidades específicas; ofreciendo un acompañamiento y asesoría jurídica empresarial de alta calidad, personalizada y asequible.
